Realizando seguimiento al trabajo realizado por los Cogestores Sociales en el municipio de San Sebastian de Mariquita (Tolíma), tuve la inmensa fortuna de llegar al hogar de "Pacho" y Rocío, quienes con tan solo 10 minutos demostraron con su ejemplo de vida, porque sí es posible alcanzar lo propuesto.
En compañía de Estefany Hincapie, Cogestora Social de esta familia y gracias a su apoyo, no solo se realizo el seguimiento a su trabajo como CGS, sino que tuvimos la oportunidad de conocer un poco mas la historia de esta pareja.

La vida de Rocío Rodríguez, no ha sido fácil. A los tres años sufrió poliomielitis, afectandole sus piernas y desde ese momento, comenzó una vida llena de tratamientos, muletas, "aparatos" en las piernas hasta la edad de doce años.
- "... a los cinco años comencé la primaria en la escuela Carlota Armero de San Sebastian de Mariquita, en 1985 culmine la primaria y en 1986 inicie la secundaria; fueron siete años de esfuerzo que en compañía de mi mamá abuela pude sobrellevar. La forma de subsistencia de mi mamá abuela, mi hermana y yo era el trabajo de las arepas", comenta Rocío.
Continua - "...el 27 de noviembre de 1992 recibo grado de bachiller académico y luego tome cursos de computación, archivo, modisteria entre otros; lo que pasa es que aveces la gente no sabe valorar la formación que puede tener una persona discapacitada y lo menosprecian a uno por eso, y eso es ignorancia de la gente..."
Por otro lado, la vida de Francisco "Pacho" Moreno, ha sido de mucho trabajo desde temprana edad. Por razones económicas solo le fue posible estudiar has 7mo de bachillerato.
- "... a los 20 años, conviví con mi primera esposa, con quien tuve dos hijos, los cuales por circunstancias de la vida tuve que acabar de levantar solo....
....a los 30 años trabajaba como ayudante de un electricista, con quien estaba realizando cambio de redes y por una gran equivocación, las cuerdas de la luz de alta tensión que estábamos trabajando no fueron suspendidas y al querer retirarlas, recibí una descarga de 13.200 voltios, que solo Dios sabe como sobreviví. Fui trasladado a la ciudad de Manizales, al hospital Universitario de Caldas, donde por orden medica fue necesaria la amputación de ambas manos, quedandome solamente de los codos hacia arriba; desde ese instante mi vida dio un cambio radical y aunque la gente nunca me ha dejado solo, nada volvió a ser lo mismo porque ya no pude volver a trabajar como antes..."

Hace trece años Francisco y Rocío viven juntos, hoy tienen un hijo de 5 años y aunque han tenido que pasar por varias pruebas "duras" (según dicen ellos), las han podido superar y han salido adelante "...con los tropiezos que nos da la vida..."
Hoy llevan una vida buena, amorosa basada en el respeto, "...todo un hogar excelente..." dice Rocío y continua "... Por la situación económica, vivimos en una invasión llamada Comunidad de los Pinos en medio de la gente pobre, noble y humilde..."
"...Mi esposa Rocío, es una mujer hermosa, que me ha enseñado que a pesar de ser discapacitados, podemos salir adelante..." dice "Pacho".
Francisco se dedica a hacer mandados a amistades, quienes le colaboran, según él, de buen corazón, ya que no posee ninguna fuente de ingresos que pueda ayudarlos a subsistir.
Finaliza Francisco diciendo: "...Doy gracias a Dios, por darme el valor para poder llevar mi vida por el buen camino y salir adelante sin que nadie nos pase por encima..."
Ellos son Francisco y Rocío, integrantes de un hogar perteneciente a la estrategia Juntos y
que demuestran todo el entusiasmo y las ganas de mejorar sus actuales condiciones de vida dejando a un lado lo que para otros podría ser una limitación.
Son Francisco y Rocío una experiencia de vida positiva, para muchas personas y familias que antes de querer hacer, dicen "NO PUEDO".
Seguramente esta familia, será un gran ejemplo dentro de la Estrategia JUNTOS.